El efecto Dunning-Kruger, o por qué la gente opina de todo sin tener ni idea

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Artículo original: Efecto Dunning-Kruger, o por qué la gente opina de todo sin tener ni idea  Jennifer Delgado Suárez

 

El efecto Dunning-Kruger puede resumirse en una frase: cuanto menos sabemos, más creemos saber. Es un sesgo cognitivo según el cual, las personas con menos habilidades, capacidades y conocimientos tienden a sobrestimar esas mismas habilidades, capacidades y conocimientos. Como resultado, estas personas suelen convertirse en ultracrepidianos; gente que opina sobre todo lo que escucha sin tener idea, pero pensando que sabe mucho más que los demás.

El problema es que las víctimas del efecto Dunning-Kruger no se limitan a dar una opinión ni a sugerir sino que intentan imponer sus ideas, como si fueran verdades absolutas, haciendo pasar a los demás por incompetentes. Obviamente, lidiar con ellos no es fácil porque suelen tener un pensamiento muy rígido.

El delincuente que intentó volverse invisible con zumo de limón

A mediados de 1990 se produjo en la ciudad de Pittsburgh un hecho que podríamos catalogar, cuanto menos, de sorprendente. Un hombre de 44 años atracó dos bancos en pleno día, sin ningún tipo de máscara para cubrir su rostro y proteger su identidad. Obviamente, aquella aventura delictiva tuvo una vida muy corta ya que al hombre lo detuvieron rápidamente.

Cuando lo apresaron, McArthur Wheeler, que así se llamaba, confesó que se había aplicado zumo de limón en la cara ya que este le haría aparecer invisible ante las cámaras. “¡Pero si me puse zumo de limón!”, fue su respuesta cuando lo arrestaron.

Más tarde se conoció que la idea del zumo fue una sugerencia de dos amigos de Wheeler. Wheeler puso a prueba la idea aplicándose zumo en su cara y sacándose una fotografía, en la cual no apareció su rostro. Es probable que se debiera a un mal encuadre, pero aquella “prueba” fue definitiva para Wheeler.

La historia llegó a oídos del profesor de Psicología social de la Universidad de Cornell, David Dunning, quien no podía dar crédito a lo que había sucedido. Aquello le llevó a preguntarse: ¿Es posible que mi propia incompetencia me impida ver esa incompetencia?

Ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra junto a su colega Justin Kruger. Lo que hallaron en la serie de experimentos los dejaron aún más sorprendidos.

El estudio que dio origen al efecto Dunning-Kruger

En una serie de cuatro experimentos, los psicólogos analizaron fundamentalmente la competencia de las personas en el ámbito de la gramática, el razonamiento lógico y el humor.

A los participantes les pidieron que estimaran su grado de competencia en cada uno de esos campos. A continuación realizaron una serie de tests que evaluaban su competencia real.

Entonces los investigadores notaron que cuanto mayor era la incompetencia de la persona, menos consciente era de ella. Paradójicamente, las personas más competentes y capaces solían infravalorar su competencia y conocimiento. Así surgió el efecto Dunning-Kruger.

Estos psicólogos concluyeron además que las personas incompetentes en cierta área del conocimiento:

  • Son incapaces de detectar y reconocer su incompetencia.
  • No suelen reconocer la competencia del resto de las personas.

La buena noticia es que este efecto se diluye a medida que la persona incrementa su nivel de competencia ya que también es más consciente de sus limitaciones.

Por qué cuanto menos sabemos más creemos saber

El problema de esta percepción irreal se debe a que para hacer algo bien, debemos tener al menos un mínimo de habilidades y competencias que nos permitan estimar con cierto grado de exactitud cómo será nuestro desempeño en la tarea.

Por ejemplo, una persona puede pensar que canta estupendamente porque no tiene ni idea de música y todas las habilidades necesarias para controlar adecuadamente el tono y timbre de la voz y llevar el ritmo. Eso hará que diga que “canta como los ángeles” cuando en realidad tiene una voz espantosa.

Lo mismo ocurre con la ortografía. Si no conocemos las reglas ortográficas, no podremos saber dónde nos equivocamos y, por ende, no seremos conscientes de nuestras limitaciones.

De hecho, el efecto Dunning-Kruger se puede aplicar a todas las áreas de la vida. Un estudio realizado en la Universidad de Wellington desveló que el 80% de los conductores se califican por encima de la media, lo cual, obviamente, es estadísticamente imposible.

Este sesgo cognitivo también se aprecia en el ámbito de la Psicología. Tal es el caso de las personas que afirman que “mi mejor psicólogo soy yo mismo”, simplemente porque desconocen por completo cómo les puede ayudar este profesional y la complejidad que encierran las técnicas psicológicas.

En la práctica creemos que sabemos todo lo que es necesario saber. Y eso nos convierte en personas sesgadas que se cierran al conocimiento y emiten opiniones como si fueran verdades absolutas.

Cómo minimizar el efecto Dunning-Kruger, por nuestro propio bien

Todos cometemos errores por falta de cálculo, conocimientos y previsión. La historia está repleta de errores épicos, como el de la emblemática Torre de Pisa, que comenzó a inclinarse incluso antes de que terminara la construcción, y hace relativamente poco el gobierno francés gastó miles de millones en una flota de trenes nuevos, para después descubrir que eran demasiado anchos para unos 1.300 andenes de estación.

En nuestro día a día también podemos cometer errores por falta de experiencia y por sobrestimar nuestras capacidades. Los errores no son negativos y no debemos huir de ellos sino que podemos convertirlos en herramientas de aprendizaje, pero tampoco es necesario tropezar continuamente con la misma piedra ya que llega un punto en que resulta frustrante.

De hecho, debemos mantenernos atentos a este sesgo cognitivo porque la incompetencia y la falta de autocrítica no solo hará que lleguemos a conclusiones equivocadas sino que también nos impulsará a tomar malas decisiones que terminen dañándonos.

Esto significa que, en algunos casos, la responsabilidad por los “fracasos o errores” que experimentamos a lo largo de la vida no recae en los demás ni es culpa de la mala suerte sino que depende de nuestra deficiente autoevaluación.

Para minimizar el efecto Dunning-Kruger y no convertirnos en esa persona que opina sobre todo sin tener idea de nada, lo más importante es aplicar estas sencillas reglas:

  • Sé consciente al menos de la existencia de este sesgo cognitivo.
  • Deja siempre un espacio para la duda, para formas diferentes de pensar y hacer las cosas.
  • Opina siempre desde el respeto a los demás, por muy seguro que estés de tu opinión, no intentes imponerla.

Debemos recordar que nadie es experto en todas las materias de conocimiento y ámbitos de la vida, todos tenemos carencias e ignoramos muchas cosas. Por tanto, lo mejor es enfrentar la vida desde la humildad y con la actitud del aprendiz.

Cómo lidiar con las personas que no reconocen su incompetencia o desconocimiento

Las personas que opinan tajantemente sobre todo sin tener ni idea y que subestiman a los demás suelen generar un gran malestar. Nuestra primera reacción será irritarnos o enfadarnos. Es perfectamente comprensible, pero no servirá de nada. En su lugar debemos aprender a mantener la calma. Recuerda que solo puede afectarte aquello a lo que le das poder, lo que consideras significativo. Y sin duda, la opinión de una persona que no es experta en la materia y ni siquiera sabe de lo que habla, no debería ser significativa.

Si no deseas que la conversación vaya más allá, simplemente dile: “He escuchado tu opinión. Gracias”, y zanja el asunto. Si realmente te interesa que esa persona salga de su estado de desconocimiento y sea más consciente de sus limitaciones, lo único que puedes hacer es ayudarle a desarrollar sus habilidades en esa área.

Evita frases como “no sabes de lo que hablas” o “no tienes ni idea” porque de esta forma solo lograrás que esa persona se sienta atacada y se cierre a tus propuestas. En su lugar, plantea una nueva perspectiva. Puedes decir: “ya te he escuchado, ahora imagina que las cosas no fueran exactamente así”. El objetivo es lograr que esa persona se abra a opiniones y formas de hacer diferentes.

También puedes recalcar la idea de que todos somos inexpertos o incluso profundos desconocedores en algunos campos, no es algo negativo sino una increíble oportunidad para seguir aprendiendo y crecer como personas.

Fuentes:
Kruger, J. & Dunning, D (1999) Unskilled and Unaware of It: How Difficulties in Recognizing One’s Own Incompetence Lead to Inflated Self-Assessments. Journal of Personality and Social Psychology; 77(6): 1121-1134.
McCormick, A. et. Al. (1986) Comparative perceptions of driver ability— A confirmation and expansión. Accident Analysis & Prevention; 18(3): 205-208.

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Efecto Dunning-Kruger, o por qué la gente opina de todo sin tener ni idea


155 respuestas a “El efecto Dunning-Kruger, o por qué la gente opina de todo sin tener ni idea

  1. El dicho “el demonio sabe más por viejo que por demonio:, es muy sabio, tod@s nos creemos con la razón.
    Este artículo me ha parecido muy interesante, es una pena que una vez leído se de cuenta uno mismo de la ignorancia que tenemos.
    Hoy día la gente (tod@s) no tenemos vocabulario ni ortografía, no hay comunicación, nos creemos lo que se nos da, no investigamos ni verificamos la información , damos por supuesto que opinamos igual, y nos empoderamos .
    Me estoy enrollando mucho. Solo decir que muy bueno el artículo e información dada, gracias por estar ahí y abrir un poco más nuestro pequeño conocimiento.

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  2. se me hace increibre como es posible que, aun sabiendo que no sabemos la ignorancia nos haga pensar que sabemos más, “lo que sabemos es una gota de agua y lo que ignoramos un oceano”

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  3. Dunning-Kruger
    Ellos tenen razón ” NADIE ES EXPERTO EN TODO”, además de las razones que exponen en sus teorías, acerca de la gente que opina sobre cualquier tema, aún sin conocerlo; CREO QUE, la influencia de las redes sociales (celular en mano), nos contagian de ese síndrome y lo exageran (exacerban).
    Veo con tristeza, poca intención, de los Dunning-Kugerlúdicos de estudiar, corregir, consultar o evitar el error, aún teniendo en la mano la herramienta para lograrlo.

    Signos y síntomas:
    1. Hablar de un tema que no corresponde a tu especialidad académica.
    2. Intentar comunicar la idea con terminología Quijotezca, palabrejas poco usadas para aparentar más academia: “Exacerban, Primigenia, Diatriba, Impronta, Resilente, Obnubilado, Patético, etc.
    3. Frecuentemente con mala HORTOJRAFIA. 😂
    4. Citas bibliográficas de autores con nombres raros de sitios muy alejados de dónde escriben. Creen que eso, les dá la razón.
    5. Aprendamos a no discutir con un PEN…TONTO, la gente que escucha, tal vez no encuentre la diferencia.

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  4. Intentando encontrar una explicación a la extraña explicación del delincuente, recuerdo que en mis años de scout jugábamos a enviar mensaje secretos. Era tiempos de escritura con pluma, se usaba una pluma nueva mojada en jugo de limón, y la escritura quedaba invisible. Para poder leerla, había que conocer el truco: pasar el papel levemente por una llama, y la escritura aparece.
    ¿Será esa la explicación…?

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  5. Un interesante artículo de enorme reflexión,en especial para las redes que están saturadas de información personal y fakenews.Carlos Meyer Ayala, Periodista.Tarija,Bolivia.

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  6. Efectivamente. Yo sin conocer “El efeto deDunning-Kruger,” cuando he tratado de explicar alguna situación A alguién y me doy cuenta que no tiene razón en lo que èsta persona dice, aferrándose la misma en su idea, comprendo que de esta conversación no se desprende nada útil, le digo: “Usted tiene razón amigo”, y así termino el diálogo. A veces estas personas se enfurecen por mi reacción, al querer continuar discutiendo.

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  7. Las redes sociales tiene el problema que ponen a la misma altura de conocimientos al mas ignorante de los ignorantes con un erudito en la materia que se trate.

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    1. Cierto…mientras mas sabemos, nos damos cuenta que hay mucho por conocer. Lê Idea, lá opinion de alguém, professional o no, no sempre es lá certera. Debemos emplear nuestro sentido común, evidencias, hechos y mantener alguna duda. Lo importante es mantener la apertura a un nuevo conocimiento, a una nueva información.

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  8. Muy interesante, te ayuda a entender por qué alguna gente es tan cerrada en sus opiniones, y también por qué quienes más saben son humildes, como Sócrates: «Solo sé que nada sé».

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  9. impresionante, no lo sabía, y seguro que a uno le pasa sin darse cuenta, y ademas este buenos saber como controlar este efecto porque es imposible ser experto en todas las materias, pues es tanta la información que existe hoy en día, incluso información engañosa, que se requeriría demasiado tiempo analizarla. Por ejemplo, fisica cuantica, o historia de Asia, o temas que no se es siquiera experto, pero uno termina por decir algo por tonto que sea

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  10. Excelente artículo,para hablar u opinar debemos tener conocimiento de ello,ahí marca la prudencia y la sensatez,nunca se de menospreciar la opinión de los demás y menos si sabemos del tema a tratar.

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    1. Buenas noches
      Un artículo muy interesante, y que me ha hecho reflexionar sobre la atención al público que realizo cada día en mi trabajo. Frases muy adecuadas para utilizar en el día a día. Me ha resultado muy útil.

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