Primer aniversario de Redaci: Red de adultos con altas capacidades intelectuales

El 26 de noviembre de 2020 arrancó oficialmente la red de adultos con altas capacidades en España. Surgió, como algunos lectores del blog saben, de una idea loca. Loca por el momento, el lugar y la temática.

Todos los que nos manejamos en este mundillo sabemos perfectamente la enorme dificultad de disponer de un espacio de comunicación, apoyo y aprendizaje donde personas con enormes inquietudes intelectuales, ideas propias y una incansable capacidad para generar contenidos sin que se produzcan grandes fricciones, choques de egos o cualquier otro tipo de desencuentros que pueden tirar la mejor de las ideas. De hecho, antes de que naciera recibí 30 correos en los que hubo de todo, pero especialmente hubo tres bastante significativos: eran consejos sobre las dificultades que iba a tener montar un proyecto como ese. Uno, porque consideraba que un grupo de adultos sin un profesional que le guiara no iría a ninguna parte. Otro, porque su experiencia con egos subidos le hacía temer por la sostenibilidad de este espacio. Y un tercero, porque acusaba de capacitismo la idea. Ante tan buenos consejos solo quedaba agradecerlos y seguir el camino. Confiar en la intuición. Trazar nuevas vías en un terreno inexplorado. No era una asociación, ni un club social como Mensa, ni una iniciativa dirigida por profesionales. Tocaba empezar de cero sin mucha idea de cómo podría evolucionar, más allá de una guía teórica personal que podía, o no, concretarse.

Como suele pasar en estos proyectos, solo cabe viajar sin alforjas porque, de un modo u otro, algo o alguien provee de alimentos. Para empezar, no tenía ni la menor idea de dónde podía ubicarse el espacio. Por suerte, una de las personas que se interesó por el proyecto me habló de una herramienta moderna: Discord. «El foro del Siglo XXI», decía. Así que no lo pensé mucho y creé un servidor en esa aplicación. Su estructura de chats dinamizaría los diálogos. Se podía escribir en los canales de texto y también verse en los canales de voz/video. Al principio éramos poquitos y, salvo algunos, no nos conocíamos entre nosotros. Tocaba hablar mucho para crear sinergias positivas.

Arrancamos trece personas el proyecto. Era un lugar pequeño donde se crearon los primeros vínculos personales y se avanzó lentamente con las pocas herramientas que disponíamos. Con el paso de los primeros meses la red fue poco a poco ampliándose con nuevas incorporaciones. Y como suele pasar en los comienzos, no se sabía muy bien dónde estabas. Hubo disparidades de criterio que cristalizaron en una pequeña desbandada que, siendo tan pocos, removió los cimientos. Chocaban una visión más íntima con otra más abierta para acoger a más personas que pudieran aportar y sentirse arropadas ahí. Un proyecto así no podía quedarse en un reducto tan pequeño y la evolución llevó a una nueva fase, que avanzó con más fuerza otros cuatro meses más. Con algunas excepciones, los miembros cada día se sentían más a gusto, más identificados con el proyecto, que ya iba cogiendo forma y la participación era más alta. Eso produjo una sensación de vértigo en los que llegaban nuevos, de modo que planteamos la idea de crear un espacio inicial de acogida (Proyecto Cicerone) en la que algunos veteranos voluntarios (todo es altruista, con lo que implica de generosidad y de lentitud en el desarrollo de cosas) guiarían y acompañarían a los nuevos. Mano de santo. En ese espacio se podía testar la red y la persona que se encontraba a gusto pasaba a la dinámica rápida convencido y con ganas, mientras que la persona que no se encontraba a gusto no pasaba o dejaba de participar. Como siempre se les recuerda, la entrada y la salida es libre, salvo obviamente que alguien no respete el lugar y entonces no pueda continuar ahí participando. Se cuida mucho la calidad del ambiente. Aquí no tienen cabidas los egos, los personalismos ni nada que implique llamar la atención del resto sin aportar nada al proyecto común. No se puede entender una red de contactos y apoyo sin que el que llega apoye a otros miembros. No es un lugar extractivo, por eso cuando me han preguntado por Redaci les he dicho que no es para todo el mundo, porque no todo el mundo entiende ese concepto tan simple de dar a otros lo que te dan a ti.

En el trascurso del año de vida han pasado por Redaci alrededor de un centenar de personas y en la actualidad hay cerca de cuarenta personas activas. Otras están en modo «reposo» por si se animan a volver a participar. Como digo, la red siempre está abierta a las personas que suman. Y no importa si pasan meses, puede continuar participando como si llevara toda la vida ahí.

Hace algo más de un mes se planteó la idea de vernos en persona aprovechando que hoy se cumple el primer aniversario y les propuse que se hiciera en Málaga. Nació aquí y lo lógico era celebrar esta primera efeméride donde se alumbró la idea. Este fin de semana disfrutaremos de ese encuentro. Muchas personas venidas de toda España, con el coste que eso supone, para conocernos en persona y poder compartir la alegría de vernos, hablarnos y construir nuevas sinergias de cara al futuro. Muchas otras, a pesar de ilusionarse con la idea, no podrán venir pero todas están en nuestros corazones. Lo celebraremos todos, estemos o no en la Capital de la Costa del Sol.

Personalmente está siendo un proyecto increíble. Jamás imaginé que funcionaría tan bien como lo está haciendo porque, efectivamente, con anterioridad he sido testigo directo de otras iniciativas que acabaron como el rosario de la aurora por la irrupción de esos egos que no pueden construir nada sino que se dedican a llamar la atención y, si no lo logran, a intoxicar. Por eso, tener un espacio donde reina la confianza, la apertura, la ausencia de juicio ajeno, el permanente humor y otros elementos aglutinadores junto a las habituales charlas interminables sobre infinidad de temas, donde cada uno se expresa libremente y participa en la medida de sus posibilidades, es un auténtico lujo. Y es que la sensatez es un requisito indispensable para participar aquí, ya que con ella se suma al proyecto.

En todo caso, desde aquí quiero agradecer a todas y cada una de las personas que se han interesado en este proyecto, estén o no ya en él, porque gracias a eso Redaci es lo que es ahora. Y lo que queda…


6 respuestas a “Primer aniversario de Redaci: Red de adultos con altas capacidades intelectuales

  1. Buenas tardes. Somos «TALENTOS» una asociación de familias con Altas Capacidades. Nos gustaría poder contactar con Incansable Aspersor, ya que tenemos algunos socios adultos, además de jóvenes que ya rozan la treintena que suelen consultarnos. Esta asociación está formada por jóvenes, y por padres y madres de niñxs con AaCc.

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  2. Muchas gracias a ti por esta idea loca que tantas alegrías me está dando.
    En un ratito os veo a todos en carne y hueso para pagaros todas las horas de terapia y charlas apasionantes en abrazos.
    Más nervios que la mañana de Reyes ❤️

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