El mito de la OMS y el CI 130 para ser superdotado

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Sin entrar a valorar el mito de que el cociente intelectual define la inteligencia de una persona, que ya de por sí es difícil de erradicar por su anclaje firme en el terreno del imaginario colectivo, hoy quiero centrarme en otro mito persistente que se sostiene fundamentalmente por la ignorancia sostenida de los medios de comunicación y por algunos profesionales que insisten en este punto. La forma de expresarlo varía, pero todas dicen exactamente lo mismo: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona superdotada como «aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130»

Pues bien, aquí quiero expresar en voz alta que ESTO ES FALSO. La OMS no define en la actualidad la superdotación en función del cociente intelectual. No se pronuncia al respecto, simple y llanamente.

Para comprobar esta FALACIA, podemos aceptar lo que aquí digo o ser críticos. Buscad la fuente, la propia web de la OMS. Mirad y revisad todo, de arriba a abajo y de izquierda a derecha. ¡No encontraréis absolutamente nada que diga oficial e indubitablemente que la OMS defina la superdotación de ningún modo específico, y menos en función de un determinado nivel de cociente intelectual!

Este mito proviene de las antiguas clasificaciones que sí propuso la OMS hace décadas en las que se agrupaban las personas en función del cociente intelectual, utilizando etiquetas que, por fortuna, han pasado a mejor vida. En este documento podéis comprobar cómo ha evolucionado la definición de retraso mental a lo largo de la historia. Es de 1992, y se ha evolucionado aún más, pero es muy descriptivo de los motivos que han llevado a la desaparición de determinadas etiquetas estigmatizadoras sobre el ser humano. La OMS, como no podía ser de otro modo, ha ido abrazando las diferentes clasificaciones diagnósticas que la AAMR ha ido proponiendo. El mero sentido común te debería hacer pensar que si se abandonan unas etiquetas se abandonan todas, no sólo las más peyorativas. Hoy en día la etiqueta de superdotado apenas tiene componentes elogiosos, y todo gracias a la aglomeración de mitos y estereotipos que la han cargado negativamente sin que nadie parezca interesado en cambiar eso.

La Asociación Americana sobre Retraso Mental (AAMR) denomina a su novena edición del manual de clasificación y diagnóstico: Retraso Mental. Definición, clasificación y sistemas de apoyos. El término «Retraso Mental» se mantiene a pesar de que en los últimos años muchas personas con retraso mental y diversos profesionales venían reclamando la desaparición del retraso mental como categoría diagnóstica. Las razones para abogar por esa desaparición se basan en el carácter estigmatizador de la etiqueta y su frecuente uso erróneo como «un resumen global sobre seres humanos complejos».

Como podéis observar fácilmente en la imagen que ilustra esta entrada (en Español, curiosamente, es más difícil encontrarla), la clasificación clásica basada en el CI incluía categorías diagnósticas como «idiota» o «imbécil», que hoy en día nadie usa. Nadie en su sano juicio publicaría en 2017 lo siguiente: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona idiota como «aquella que cuenta con un coeficiente intelectual inferior a 25»

¿Os imagináis qué ocurriría si algún periódico publicara eso hoy en día? ¿Creéis que las organizaciones que defienden los derechos de las personas con diversidad funcional se quedarían con las manos cruzadas o los denunciarían? Pues bien, resulta que eso puede afirmarse de la superdotación y no pasa absolutamente nada. El problema es que, como pasa con cualquier propaganda, si se repite una mentira suficientes veces la mayoría termina pensando que es verdad.

Pero no, no es verdad. La OMS en la actualidad no define al superdotado, a los idiotas o los imbéciles en función de su cociente intelectual.

Te animaría a que compartieras esta entrada con todos los medios de comunicación que conozcas, para que la lean y al menos se enteren de la barbaridad que están publicando una y otra vez. Casi todos los artículos periodísticos incluyen esa coletilla, y creo que nunca es tarde para deshacer un error de tamaño calibre.

El cociente intelectual NO DEFINE a una persona. No LIMITA lo que puede hacer o dejar de hacer. No REDUCE a la persona a eso. No se trata de un destino del que no puedas huir.

 

EL MITO DE LA TRIPLE FALACIA

Forma del mito: «La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona superdotada como aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130”
1) Falsa atribución a una autoridad: la OMS no realiza ninguna definición oficial de superdotado (Gifted).
2) Falacia de autoridad: «Esto lo dice la OMS, ¿quién eres tú para rebatir esto?»
3) Falacia de composición: tomar el todo por la parte. «Presumir que el cociente intelectual puede definir al completo a una persona». Esta falacia fue desactivada por otros colectivos con necesidades educativas específicas, pero en el campo de las Altas Capacidades se mantiene firme.
El CI es un indicador que agrupa varias «fotos fijas» de habilidades cognitivas específicas tomadas en un momento dado, bajo unas determinadas condiciones, sobre un paisaje desarrollable llamado inteligencia, que es SOLO una parte de otro paisaje mayor llamado persona.
El CI es un indicador muy útil cuando deriva de una prueba psicométrica sólidamente construida, pero no es todo lo que necesitamos saber de la inteligencia, ni mucho menos todo lo que precisamos conocer de una persona.
Es clave relativizar su valor y no considerarlo algo absoluto, predeterminado e inamovible del que se deriva que alguien «es» o «no es».

16 respuestas a “El mito de la OMS y el CI 130 para ser superdotado

  1. La inteligencia, que es un concepto, difícil de definir. Por ejemplo, es la habilidad para quedarte con lo más importante. Sirve para cumplir con las necesidades educativas y… ¡EMOCIONALES!

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  2. Totalmente de acuerdo con el artículo.
    Soy de España me hicieron varios test de adolescente y a los 30 años realicé otros dos, todos ellos oficiales, de momento nunca he bajado de 160 IQ y resultado máximo de 174 IQ y os puedo asegurar que, en mi caso, es más un castigo que un don.
    Depende de muchos factores, pero muchos, desde en que tipo de familia has nacido, en que colegios has estudiado, con que gente te has relacionado, si tienes más inteligencia emocional o menos, traumas por acción ajena, en sí cualquier agente externo que te puede llevar por sendas contrarias al éxito.
    La presión social de grupo puede ser demoledora en muchos casos.

    En mi caso particular, nacido en una familia obrera, padre autoritario y madre sobreprotectora, educado en colegios públicos de barrios obreros, profesores que enseñaban a base de castigos y otros tantos paseaban su alcoholismo y su desencanto por la enseñanza.
    Rodeado de alumnos de todo tipo, desde típicos abusones, pequeños criminales del robo y vándalos, alguna compañera de clase embarazada con 12 años, niños coqueteando con alcohol y drogas.

    Me pasé toda primaria y secundaria aprobando las asignaturas sin estudiar con notas de notable y excelente, simplemente escuchando a los profesores, pero sin un respaldo moral e intelectual se puede ir todo por el desagüe.

    Soy un varón pero hasta los 10 años me confundían con una niña, lo cual atraía a todo tipo de abusones. Practiqué artes marciales desde muy pequeño para sobrevivir, hice pesas, y deportes de potencia y velocidad, a los 15 años era una bestia parda de la competición deportiva, con espíritu olímpico y valores
    Cuando entré en secundaria las novatadas estaban a la orden del día. Al año siguiente conseguí que se acabaran las novatadas, me convertí en el defensor de los indefensos, nunca me gustaron los grupos de abusones, ni los impositores. Vive y deja vivir.

    Pero la enseñanza me aburría, era lenta y el último año empecé a faltar a clases desmotivado por sistema educativo, solo iba a las clases de los profesores que se implicaban y que les gustaba la enseñanza, así que solo iba a filosofía, física y biología, los demás profesores estaban más perdidos que yo. Dejé los estudios y comencé a trabajar.

    En una sociedad donde nos clasifican muchas veces por estereotipos, nos prejuzgan por nuestro aspecto. Un persona que ha creado un gran físico la mayoría de las personas lo relaciona con gente violenta, agresiva, con poca inteligencia y lo que años atrás me ayudó a superar miedos y luchar contra injusticias callejeras y conseguir la paz mental y la paz ambiental que me rodeaba, a la hora de conseguir un trabajo se convirtió en una desventaja, porque de primeras siempre se imponía mi físico.
    En todos los trabajos que he estado he conseguido subir de puestos por mi gran capacidad de retentiva y resolución de problemas, pero siempre empezando desde lo más bajo.
    Mientras trabajaba seguí estudiando aquello que me interesaban, hoy en día tengo especialidades en IT y el master en Criminología, aunque no ejerzo en un puesto referente a estos estudios, soy administrativo de una pequeña empresa, salario mínimo.

    Pero si también tienes una gran sensibilidad emocional que te impide hacer el mal, como es en mi caso, con defectos afectivos y carencias emocionales te puedes volver loco, depresivo…

    Así que puede que sirva de algo los test IQ si de verdad la sociedad efectuase unos protocolos de actuación para ayudar a estos seres humanos y sus familias, tal vez y solo tal vez, tendríamos una sociedad mejor.

    Pero estos test solo sirven para decirte que si tienes altas capacidades y no has «triunfado» es porque no has querido, pasando por alto los demás aspectos emotivos que hacen a un ser en toda su complejidad intelectual-emocional.

    Gracias por el artículo y disculpad el comentario tan extenso.

    Saludos desde la clase baja de la sociedad con mis «altas capacidades intelectuales».

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  3. El CI sigue siendo el mejor y único criterio para diagnosticar la superdotación.
    Conozco personas que alcanzan un puntaje cercano a la superdotación, y no solo destacan en matemáticas, también son notablemente superiores en ajedrez, literatura, inglés, música , dibujo, etc. Aunque no todos son multi funcionales, es casi un hecho que quienes llegan a tal puntaje, al menos, tienen como sello el sobresalir en lengua y matemáticas (eso cualquier psicólogo te lo puede confirmar)

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  4. Soy docente, estoy 100% de acuerdo con tus escritos. recuerdo que hace mucho estas tablas eran la única herramienta para calificar al estudiante, cosa errónea hoy en día que sabemos los diversos tipos de inteligencia que hay, apoyo a mis alumnos que son buenos en otros ámbitos del saber que no son los que, de manera ortodoxa, nos impusieron desde el ámbito educativo, alumnos buenos en danza, en artes de dibujo y pintura, que son tildados como torpes en estudio. Seguiré tus sugerencias, hay que cambiar ya esta ignorancia de los conocidos como los inteligentes.

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  5. hola, soy gaby de argentina. creo que el ser humano siempre está buscando etiquetas o definiciones porque cree que así aprehende la realidad y/o la verdad, o al menos está más cerca de ella.y cree porque es una necesidad. como mente pensante y corazón sintiente. las incertidumbres pueden ser pesadas, necesitas disipiar dudas. de ahí creo que la gente se apega a las definiciones como garantías de lo inabarcable. en este caso hacer esto con el tema de la inteligencia y las altas capacidades es un error, porque además de que es paradójico, no hace justicia a los que uno es o puede llegar a ser, es decir, el ser humano es pura potencialidad y la medición arbitraria de como dice por alli, una imagen, un pantallazo temporo-espacial, no refleja fidedignamente la esencia del ser humano, como ser siempre en devenir, tanto como especie y como individuos…en resumen, el ci mide, pero no refleja, no define, es una acepción limitante de la inteligencia como algo global y potencial. además, siempre me pregunté: y quienes han medido el ci de quienes inventaron los tests de medicion de ci?…la respuesta a esa pregunta,me tiento a pensar, insinúa el camino de mejores conclusiones e ideas que cualquier testde ci midiendo la parte en el todo, y intentando representarlo.mide, pero que mide ¿? ¿? ¿? como dice el chico del comentario anterior, creo que al menos puede darseles a los tests el credito de que te hace afin o te sindica con pares o amigos como vos, pero mas allá de eso, niente.saludos
    .

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  6. Muchísimas gracias, me encantará con tu permiso, por supuesto, darle un bofetón intelectual a la Orientadora Escolar que ha evaluado a mi hija en el colegio.
    Estoy por la labor, de publicar la enorme cantidad de sandeces, con las que llegan a justificar su insultante incompetencia.
    Manifiesto mi rebeldía ante tanto «eunuco mental».
    Disculpadme, si ofenden mis impetuosas palabras. Llevamos más de dos años sufriendo absolutas temeridades escolares. Gracias a tu blog, nos sentimos menos «locos».

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    1. Hola Sonia,

      Comprendo perfectamente lo que sientes. El blog es público y puedes usar la información como desees. De todos modos, ya imaginarás que es casi milagroso que alguien varíe su visión cuando está formada de mitos y estereotipos resistentes a los cambios.

      Me alegra saber que os resulta útil la información que publico. Hay muchísimas personas perdidas en este ámbito, y más con la confusión (interesada o no) que hay.

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  7. Es cierto que la medida de la inteligencia de una persona no se puede condensar en el CI, no obstante al estar en entornos con personas con alto CI y amigos superdotados, si puedo garantizar que el test de CI mide algo. Ya que efectivamente al tener alta puntuaciones en el mismo, se nota que tienen rendimientos superiores al menos en la áreas lógico matemáticas. En las ingenierías aeroespacial e industrial, que es por donde me muevo, existe una correlación muy clara entre amigos que sacaron altos CI y su rendimiento académico. De hecho el alto CI suele estar relacionado con mejores puestos y condiciones laborales según meta estudios de decenas de miles de individuos testados. Aunque hay muchos factores que cuentan, el CI, vuelvo a reiterar, mide algo.

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    1. Claro que el CI mide algo. La entrada no dice lo contrario, Marcos.

      La idea principal es que no se define a una persona en su conjunto por una parte de la misma. Desde hace muchas décadas se abandonó ese modo de clasificar a las personas, sobre todo en la franja inferior del espectro. Por eso es un mito lo de que la OMS define la superdotación a partir de un CI de 130. Es un relato que no refleja una realidad actual. Se ha avanzado mucho en la investigación de las AACC para seguir manteniendo ciertas ideas confusas como que la inteligencia es sinónimo de un alto CI y que algunas personas «son» mientras otras «no son», como si llegados a un punto sublimaran y cambiaran de estado.

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